Aunque Scarlett Johansson se negó, el asistente virtual de OpenAI suena como ella
La actriz Scarlett Johansson ha afirmado que días antes de que OpenAI presentara la semana pasada su nuevo y seductor asistente de voz, Sam Altman, director ejecutivo de la empresa, llamó a su agente y le pidió que considerara la posibilidad de licenciar su voz para un asistente virtual.
Era su segunda petición a la actriz en el último año, dijo Johannson en un comunicado el lunes, añadiendo que la respuesta en ambas ocasiones fue negativa.
A pesar de esas negativas, dijo Johansson, OpenAI utilizó una voz que suena “inquietantemente similar a la mía”. La actriz contrató a un abogado y le ha pedido a OpenAI que deje de utilizar una voz a la que la compañía ha llamado “Sky”.
OpenAI suspendió el lanzamiento de “Sky” durante el fin de semana. La compañía dijo en una entrada de blog el domingo que “las voces de IA no deben imitar deliberadamente la voz distintiva de una celebridad: la voz de Sky no es una imitación de Scarlett Johansson, sino que pertenece a una actriz profesional diferente que utiliza su propia voz natural”.
Para Johansson, el episodio ha sido un caso surrealista de arte imitando la vida real. En 2013, le proporcionó la voz a un sistema de inteligencia artificial en la película de Spike Jonze, Ella. La película contaba la historia de un hombre introvertido y solitario seducido por una asistente virtual llamada Samantha, un trágico comentario sobre las posibles trampas de la tecnología a medida que se va volviendo más realista.
La semana pasada, Altman pareció hacer un guiño a la similitud entre el asistente virtual de OpenAI y la película en un post en X con una sola palabra: “ella”.
OpenAI declaró que no podía compartir los nombres de sus profesionales de la voz por razones de privacidad. Aseguró que había trabajado con directores y productores no identificados para desarrollar cinco voces para su producto: Breeze, Cove, Ember, Juniper y Sky. Las voces se grabaron el verano pasado en San Francisco.
OpenAI se encuentra en un momento importante, ya que se prepara para liberar sus asistentes de voz a disposición de los clientes con el apoyo de su última tecnología, conocida como GPT-4o. El lunes por la noche, Altman dijo en un comunicado que “la voz de Sky no es la de Scarlett Johansson, y nunca se pretendió que se pareciera a la suya”.
“Elegimos a la actriz de doblaje detrás de la voz de Sky antes de cualquier acercamiento a Johansson”, continuó. “Por respeto a Johansson, hemos dejado de utilizar la voz de Sky en nuestros productos. Le pedimos disculpas a Johansson por no habernos comunicado mejor”.
Bobby Allyn, de NPR, ya se había hecho eco de la declaración de Johansson.
Johansson es la más reciente figura de alto perfil que acusa a OpenAI de utilizar el trabajo creativo sin permiso. En el último año, OpenAI ha sido demandada por violación de derechos de autor por escritores, actores y medios de comunicación, entre ellos el Authors Guild of America y The New York Times, que demandó a OpenAI y a su socio, Microsoft.
Es la segunda vez en años recientes que Johannson se posiciona públicamente en contra de una empresa prominente. En 2021, demandó a Walt Disney Company, acusándola de incumplir su contrato por estrenar la película Black Widow simultáneamente en los cines y en Disney+. Johannson, quien ha interpretado al personaje de Marvel, Black Widow, en ocho superproducciones, llegó a un acuerdo con la empresa.
Antes de convertirse en superheroína de Marvel, Johansson se dio a conocer en la película de 2003 Perdidos en Tokio, en la que interpretaba a una joven que formaba un inusual vínculo en Tokio con una estrella de cine interpretada por Bill Murray. Johansson ha alternado constantemente trabajos más artísticos de directores como Wes Anderson y superproducciones de Hollywood como Los Vengadores. En 2020 fue nominada a dos Oscar por Historia de un matrimonio y Jojo Rabbit.
En septiembre, afirmó Johansson, Altman se puso en contacto con ella por primera vez para preguntarle si podría proporcionar su voz para el futuro asistente de OpenAI.
“Me dijo que creía que si yo le ponía voz al sistema, podría tender un puente entre las empresas tecnológicas y los creativos y ayudar a los consumidores a sentirse cómodos con el cambio sísmico que se está produciendo en relación con los seres humanos y la IA”, explicó en su comunicado. “Dijo que sentía que mi voz sería reconfortante para la gente”.
La semana pasada, OpenAI desveló ese asistente durante un evento prolijo de producto en San Francisco. Mark Chen, jefe de investigación de la empresa, le dijo al asistente que estaba nervioso por hacer una demostración en directo. Con la alegría de una cheerleader, el asistente respondió: “Oh, ¿estás haciendo una demostración en directo justo ahora? ¡Fantástico!”.
A continuación, Chen hizo una larga demostración de cómo OpenAI había combinado las habilidades conversacionales de su chatbot ChatGPT con el sonido de un asistente de voz como Siri, del iPhone. El asistente de OpenAI podía hacer malabarismos simultáneamente con audio, imágenes y video, de modo que podía responder a una pregunta escrita sobre matemáticas y responder a preguntas.
Después, Altman escribió sobre el evento en su blog personal, diciendo: “Parece la IA de las películas; y todavía me sorprende un poco que sea real”.
Johansson dijo que había oído decir a amigos, familiares y al público en general que la voz que le hablaba a Chen sonaba igual que la suya. Alissa Wilkinson, crítica de cine del Times, escribió que la voz del asistente traicionaba “un poco el tono claro y grave y la pizca de carrasposidad de Johansson”.
En una entrevista posterior al evento, Mira Murati, directora de tecnología de OpenAI, dijo a The Verge que las similitudes con la voz de Johansson eran casuales y que la voz no se había diseñado para parecerse a la de la actriz.
Tripp Mickle informa sobre Apple y Silicon Valley para el Times y está radicado en San Francisco. Su enfoque en Apple incluye lanzamientos de productos, problemas de fabricación y desafíos políticos. También escribe sobre tendencias en toda la industria tecnológica, incluidos despidos, la IA generativa y taxis autónomos. Más de Tripp Mickle